jueves, 27 de junio de 2013

Perros y personas.

Nunca tuve un perro. Es una de las (tantas) cosas que me va a costar perdonarles a mis viejos.
Me hubiera encantado.

Todo lo que se de los perros, es lo que vivi con perros ajenos. Y los perros ajenos primero te huelen, te miden, te leen un poco. Y si sos una persona mas o menos de bien, y no les tenes demasiado cagazo, los perros al toque te piden mimos. 

Son cariñosos, saben leer a la gente, siempre van a estar ahi para vos, aun cuando creas que no los queres lo suficiente o no los necesitas en ese momento.

Son fieles. No olvidan. No prejuzgan, juzgan con criterio, que no es lo mismo.

Desconfia de una persona a la que ningun perro quiere.

Tal vez uno de los ejes de mi problema sea tratar a las personas como perros. Si, exacto, tratar a las personas como perros. Creer que buscan afecto y honestidad. Creer que te saben leer, y que no olvidan.

Creer que valen la pena.

Mientras tanto, me seguire pegando la cabeza contra la pared, a la espera de alguien que me emparche un poco y que limpie mi cabeza.

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